Por Carina V. Gómez
La idea de un sistema de gestión planificado de la calidad nos lleva a pensar en organizaciones mas eficientes y maduras que sean capaces de adaptarse a las exigencias de los mercados. Empresas cerca de los consumidores, preocupadas por resolver el enigma.
Como sabemos las exigencias de los consumidores del vino no escapan a las reglas generales de los consumidores de otros bienes y servicios. el consumidor de vinos siempre está expectante de algo nuevo, innovador, que pueda descubrir más. Ni que hablar de los consumidores de vinos de alto rango de calidad. De esta forma las bodegas deben encontrarse conectadas directamente con el gusto del consumidor, para poder adaptar los procesos productivos a los hábitos de consumo.
Hasta hace pocos años, muchos consumidores buscaban en los vinos complejidad, alta concentración, colores profundos, y con alta influencia en madera, todas estas características establecidas por el consumidor hicieron un repensar en la producción de uvas y más aun en la elaboración de vinos que como resultado final lograra las características definidas y valoradas por el mercado.
Hoy analizando este tipo de vinos, podemos decir que son dificiles de tomar, demasiado complejos, con altas graduaciones alcohólicas, que en definitiva son difíciles de interpretar y tomar. No son vinos para tomar todos los días, "aburren y cansan".
Para el que produce vinos esto es contraproducente ya que el objetivo empresario es vender más, que el consumidor no se canse del producto que está tomando.
La idea de un sistema de gestión planificado de la calidad nos lleva a pensar en organizaciones mas eficientes y maduras que sean capaces de adaptarse a las exigencias de los mercados. Empresas cerca de los consumidores, preocupadas por resolver el enigma.
Como sabemos las exigencias de los consumidores del vino no escapan a las reglas generales de los consumidores de otros bienes y servicios. el consumidor de vinos siempre está expectante de algo nuevo, innovador, que pueda descubrir más. Ni que hablar de los consumidores de vinos de alto rango de calidad. De esta forma las bodegas deben encontrarse conectadas directamente con el gusto del consumidor, para poder adaptar los procesos productivos a los hábitos de consumo.
Hasta hace pocos años, muchos consumidores buscaban en los vinos complejidad, alta concentración, colores profundos, y con alta influencia en madera, todas estas características establecidas por el consumidor hicieron un repensar en la producción de uvas y más aun en la elaboración de vinos que como resultado final lograra las características definidas y valoradas por el mercado.
Hoy analizando este tipo de vinos, podemos decir que son dificiles de tomar, demasiado complejos, con altas graduaciones alcohólicas, que en definitiva son difíciles de interpretar y tomar. No son vinos para tomar todos los días, "aburren y cansan".
Para el que produce vinos esto es contraproducente ya que el objetivo empresario es vender más, que el consumidor no se canse del producto que está tomando.
Esto no nos estará indicando que existe un nuevo mercado por el cual los vinos deben ser más livianos, de fácil interpretación, mas frutados y sin tanta influencia de madera que invite al consumidor a seguir tomando una copa más?
En este sentido pienso, que estos vinos de concentraciones altas no son para beberlos todos los días.
Muchas organizaciones han montado inversiones enfocada a producir vinos de alta concetración, complejidad, alto valor económico, "vinos premium".
Paradigma: ¿Es este el futuro mercado del vino?
Volviendo al tema de la implementación de un sistema de Gestión planificado de calidad, los requerimientos de los mercados, consumidores, son la base del tratamiento dentro de la Empresa.
Hoy, ¿las organizaciones han planteado este paradigma del gusto del consumidor, para el desarrollo de las inversiones?
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